domingo, 22 de diciembre de 2013

Primera Consulta Nacional de Cuidado Integral del Misionero.

CONSULTA NACIONAL DE CUIDADO INTEGRAL MISIONERO.

COSTA RICA VIERNES 29 Y SABADO 30 DE JULIO 2014.



Participantes:Iglesias enviadoras,agencias y diferentes entidades cristianas nacionales que envíen misioneros a las naciones.

Lugar: Proyecto Abram.                                                                      Costo.$50.


  • Objetivo General: Informar a los participantes,el trabajo de Cuidado Integral Misionero,que se cuenta en Costa Rica.

  • Objetivos específicos:
  • Unificar criterios en Cuidado Integral.
  • Formular estrategias en conjunto en CIM,a favor del misionero en el campo.
  • Trabajar en forma preventiva através de e- CIM.
  • Lograr una participación de pastores y enviadores.










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Aconsejamiento del Obrero.

ON201. El Aconsejar 1. -Mtros. Swift y Montemayor Proyecto Mayor: Jaime Enrique Mayorga Robles, Setiembre 2007 ACONSEJAMIENTO CRISTIANO PARA OBREROS (Cuidado Integral Misionero - CIM). Introducción El aconsejamiento cristiano y oportuno del pastor o de los líderes de la Iglesia de Cristo no solo es requerido por los creyentes comunes y corrientes, sino que también por aquellos no tan corrientes como los creyentes dispuestos a servir en el área misionera, en especial en los campos blancos donde no le conocen a Cristo. Dice Neal Pirolo que a la mayor parte de los creyentes les sorprendería mucho escuchar de manera honesta su desesperante necesidad de apoyo en una u otra área. De su libro “Sirviendo al enviar obreros” resumo la siguiente anécdota: “¡Isabel! ¡Despierta! ¡Por favor, Isabel! ¡Despierta!” Era la compañera de cuarto de Isabel quien tenía el frasco de vacío de Valium y sabía que no despertaría. Fue llevada al hospital y cuando Isabel se movió abrió los ojos y habló de lo ocurrido: “Tenía una vida normal, amistades, familia amorosa, buena comunión en la iglesia. Era feliz, profesional, con posiciones de reputación a cargo de personas y de ella misma…hasta que sucedió esto.” Isabel acaba de regresar de un viaje de corto plazo de seis meses en el Oriente, pero al retornar a casa sus sentimientos corrían desenfrenadamente. Sentía nostalgia, pesadillas, recuerdos durante la callada noche. Y se quejaba de que “nadie se interesaba; nadie tenía tiempo para escuchar lo que yo quería decir.” “Acababa de regresar de una experiencia fructífera como asistente administrativa de una clínica médica. Lanzada de vuelta al estilo de vida de Washington D.C.… perdí todo sentir de mi propia identidad. Los profundos sentimientos de aislamiento me hacían retraerme aún más. Regresé a mi trabajo pero la inestabilidad emocional aumentaba… y la misma pesadilla se repetía una y otra vez. En el pueblo donde había estado, en medio de una tormenta me desperté al escuchar un tiroteo y antes de volver a dormirme pude ver como arrastraban el cuerpo de un hombre frente a la entrada de mi cabaña…supuestamente lo habían encontrado robando opio en el campo….por eso me despertaba de noche con el sonido de los tiros en mi mente...era horrible… por eso empecé a usar tranquilizantes para controlar mi inestabilidad…pero antes de las siete u ocho de la noche estaba perdida en medio de la ansiedad, la confusión, inseguridad y llorando incontrolablemente.” En contraste, también tenía un sentimiento de conocimiento “especial”. Se sentía realizada por su experiencia misionera porque ¿Acaso no había estado allí? ¿No había tenido éxito? Debido a otra experiencia con un niño abandonado al cual conoció y adoptó otro médico cristiano, “llegué a desarrollar hipersensibilidad a la gran necesidad que existía en todo el mundo. Sentía enojo contra las personas que no permitían que hablara de mis experiencias. Mi pastor no me permitía compartirlas en la iglesia. Ningún grupo de escuela dominical tenía tempo para mí. Mis padres no mostraban suficiente interés para tan siquiera mirar mis fotografías.”…”El dolor, el temor, el enojo y un sentimiento de culpabilidad se convirtieron en una severa depresión. No podía dormir de noche; no podía levantarme de la cama en la mañana. Dejé mi trabajó. Tomaba cada vez más tranquilizantes. ¿Solo quería que alguien reconociera que había regresado a mi país!” “Un domingo por la mañana después del culto reuní las fuerzas necesarias para acercarme de nuevo a mi pastor y decir: ¡Ya no puedo mas! ¡Creo que estoy perdiendo el control de mi vida! ¡Necesito ayuda! Con su brazo en mis hombros, contestó: “Isabel, estoy ocupado…llama a mi oficina y fija una cita para el próximo miércoles…” “…todo quedaba claro: “¡Pastor no valgo su tiempo!” Incluso había hecho otras llamadas desesperadas a varios consejeros… Pero ahora quedaba claro: “¡Yo no valgo la pena de nadie!” “Decidí tomarme lo que quedaba del frasco de Valium.” (Pirolo, p.11-13) ¿Qué hacer ante casos críticos como el anterior? ¿Para cuales acciones de aconsejamiento cristiano debe estar preparado el que aconseja? Como mínimo debe hacerse lo que la Biblia enseña: “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo” 1 Tesalonicenses 5:11 y “Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.” Hebreos 3:13 Porque con frecuencia será la oportunidad de dar aconsejamiento cristiano especializado por parte del pastor y líderes involucrados en el envío, para brindar apoyo y estímulo, tanto en tiempos de crisis como de gran necesidad y para que también nos “animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” Hebreos 10:25 Habrá muchas veces que una consejería cristiana especializada en el área misionera sea sumamente necesaria para la atención y cuidado pastoral del misionero en y fuera del campo. A continuación cito otro caso, es una carta que le confirmó la importancia de haber escrito el libro “Choque Transcultural” al Ing. Mario Loss, el cual se refiere a las tensiones que viven en el campo los obreros obedientes a la Gran Comisión. “Nuestra hija regresó de un país extranjero donde trabajaba como maestra de hijos de misioneros. Padecía precisamente de los síntomas que usted describe. La lectura de su libro fue la primera oportunidad que tuvimos de enterarnos de estos problemas. Además de los síntomas emocionales que presentaba, creemos que también sufría de hipoglucemia y de un desequilibrio químico. Sin embargo, antes de que pudiéramos relacionar todos los elementos del caso, se quitó la vida el mes pasado. Nuestra hija se había ido hace poco más de un año sin ninguna preparación para lo que usted describe. Gracias por escribir este libro. Tal vez sea de ayuda para otros.” (Loss, p.7) Esto demuestra que el aconsejamiento cristiano especializado para el misionero es relevante y que con ello la iglesia le puede dar al misionero un cuidado pastoral mas amoroso, un estímulo sensible, un reto amable y una guía útil, de tal manera que pueda contribuir no solo a llevar a cabo su crecimiento sino que también pueda encontrar la manera de solucionar y enfrentar los problemas personales para cumplir con su misión. I. BASE BIBLICA SOBRE EL TEMA El apóstol Pablo fue un claro testimonio del ministerio transcultural que cuidaba y ministraba a los amigos y hermanos de fe que Dios le dio durante todos su viajes misioneros mas allá de Jerusalén, de Judea y de Samaria. Bustamante (p.1) dice que el cuidado al misionero no era una tarea exclusiva de personas “expertas” o “especializadas” y que la Biblia nos muestra que todos somos miembros del cuerpo de Cristo y como tales, todos y cada uno debemos mantener la unidad, procurándonos, preocupándonos unos por otros, cuidándonos y exhortándonos a seguir creciendo en el conocimiento del Señor, para cumplir la obra que nos ha sido encomendada según Efesios 4:15-16; 1 Tesalonicenses 5:14-15 Pablo en sus cartas menciona más de 70 nombres de personas usadas por Dios para ministrarlo, apoyarlo y cuidarlo: Febe, Priscila y Aquila en Romanos 16:1-4 que lo ayudaron y hasta fueron capaces de exponer su vida por él. Estefanás, Fortunato y Acaico según 1 Corintios 16:17-18 confortaron su espíritu. Aristarco, Marcos y Justo en Colosenses 4:10-11, se encargaron de consolarlo. Onésimo en 2 Timoteo 1:16-17, muchas veces buscándolo con solicitud, lo confortó y le fue de gran bendición. También los hermanos de Tesalónica, enviaron por medio de Timoteo saludos cariñosos, buenas noticias de su fe y amor, lo cual para el corazón de Pablo, en medio de toda su aflicción y necesidad, fue de mucho consuelo. Y los hermanos de Corinto fueron usados por Dios para bendecir y confortar a Pablo que estaba pasando por conflictos externos y temores internos, de tal forma que decidieron enviar a Tito para demostrarle en palabra y hecho el amor y solicitud que ellos le tenían (2 Corintios 7:5-7). También los filipenses se hicieron presentes, por medio del apoyo económico (Filipenses 4:10.15). Pablo atendió el llamado de Dios rodeado de la iglesia neotestamentaria para llevar Su Reino hasta lo último de la tierra, apoyado y cuidado por los hermanos citados y el Espíritu Santo que lo usó poderosamente y lo bendijo con esa compañía. Así como Pablo, los misioneros transculturales de hoy día requieren del mismo apoyo y cuidado en diferentes áreas: en la espiritual, la emocional, la física y la de relaciones interpersonales. Cuidar y ministrar el recurso humano más valioso de Dios, es un privilegio y una gran responsabilidad. Ello implica desde orar con vehemencia por ellos y sus familias, por sus colaboradores y por la gente a quienes ministran (Efesios 1:15-23; 3:14-19: Filipenses 1:9-11: Colosenses 1:9; 4:2-4: 2 Tesalonisenses 3:1-2: Efesios 6:18-19: 1 Timoteo 2:1-2). Le corresponde a la Iglesia de Cristo también disponerse para escucharlos (Santiago 1:19), animarlos y edificarlos (1 Tesalonisenses 5:11), llevar las cargas juntamente con ellos (Gálatas 6:2) y restaurarlos en amor (Gálatas 6:1; Romanos 15:1-7). Este proceso del cuidado de los misioneros empieza desde que el misionero se prepara para salir; continúa mientras está en el campo y sigue cuando regresa a casa y para ello Pablo siempre contó con el apoyo emocional, espiritual y financiero, tanto de líderes como de hermanos creyentes en la fe y juntos participaron en la defensa y confirmación del evangelio. (Filipenses 1:1-8; 4:15). Misioneros ¡COLABORADORES DE DIOS! El misiólogo Francis M. DuBose, citado por Greenway, nos presenta “la figura bíblica del Dios único y verdadero” como la “imagen de un grandioso y continuo “Enviador” (p.21). Este es un enfoque en que la misión significa “enviar” y como el mismo DuBose dice, Dios envió a Samuel para liberar a su pueblo y para ungir a Saúl como reyes. Envió al profeta Natán para condenar al rey David para condenar el pecado. Envió a sus profetas: Isaías, Jeremías, Elías, Hageo; Zacarías. Repetidamente envió a su pueblo. Envió a sus ángeles (mensajeros) a testificar a las iglesias. Envió a su Santo Espíritu al mundo. Así mismo Jesús es “enviado y Enviador”: “Entonces Jesús les dijo otra vez: "¡Paz a vosotros! Como me ha enviado el Padre, así también yo os envío a vosotros." Juan 20:21. Greenway dice que “Es importante observar la secuencia de los “envíos” en este pasaje. Primero, el Hijo de Dios fue enviado por el Padre, lo cual define a Jesús como el Misionero primero y divino. Jesús, a su vez, envió a sus discípulos, convirtiéndolos a ellos en misioneros del evangelio. Aprendemos en otros pasajes del Evangelio de Juan que el Espíritu Santo fue enviado por Dios para dar testimonio de Cristo y para convencer al mundo del pecado, de justicia y de juicio (Juan 14:25; 15:26-27; 16:7-8) “(p. 22 a 23) Si se comprende ampliamente las misiones transculturales se debe tener bien claro que Cristo llama a todos sus seguidores, a ser sus colegas y consiervos en la misión. “Esto es el glorioso llamado misionero. Somos comisioneros con él. Así como él fue enviado y comisionado para dar testimonio de la verdad, también nosotros somos enviados y comisionados por él. En el poder del Espíritu Santo, llegamos a ser copartícipes en el plan de y el propósito de Dios de reconciliar al mundo consigo. Las misiones no solo son trabajo que realizamos para Dios, sino con él. La tarea ha de a hacerse de una manera que se asemeje a la obediencia sacrificada de Jesucristo.” (Greenway, p. 22) En síntesis entonces ¿quiénes son los misioneros? Los misioneros son hombres y mujeres, creyentes que reciben el honor de ser comisioneros con el Dios trino en la proclamación del evangelio a la gente perdida. Su tarea abarca tres aspectos: La labor, el sufrimiento y el testimonio compartidos con Dios y con sus hermanos en la fe. A continuación considérese los siguientes pasajes de la palabra de Dios: Compañeros de labor: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois huerto de Dios, edificio de Dios.” 1 corintios 3:9 “Y así nosotros, como colaboradores, os exhortamos también que no recibáis en vano la gracia de Dios;” 2 Corintios 6:1 Definitivamente el misionero es un embajador de la Gran Comisión, (2Corintios 5:20), El Señor les ha respaldado con su poder y su autoridad y quien les recibe y creen en su mensaje reciben también a Cristo, a su Padre y todo lo que el Señor promete y quienes se niegan a creer en el mensaje, también rechazan a Cristo y a su Palabra. Juan 13:20 Compañeros en el sufrimiento: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a vuestro favor, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios. “1Colosenses 1: 24-25 ¿Es fácil seguirle? De verdad que algunos vivimos en países “excepcionales” porque disfrutamos de libertad religiosa. Pero hay quienes de verdad pagan el precio con su libertad, con persecución e inclusive con su vida. Jesús nos lo advirtió en Mateo 10:38-39. Compañeros en el testimonio: "Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. Además, vosotros también testificaréis, porque habéis estado conmigo desde el principio.” Juan 15: 26-27 Es el Espíritu quien recurre a sus compañeros en el testimonio para llevar a cabo la labor divina de concretar la obra salvadora de Cristo en el corazón y la vida de los seres humanos. Acaso, no ¡es maravilloso!, ser compañero de labor, de sacrificio y de testimonio de Dios. Misioneros ¡RESPONSABILIDAD DE LA IGLESIA DE CRISTO! Es importante reconocer al misionero como un creyente de la iglesia local, con un llamado para una tarea específica, quien como cualquier otro creyente necesita también recibir ayuda pastoral como aconsejamiento cristiano. “La decisión de seguir a Cristo, obedecerle incondicionalmente, hacer su voluntad es la que está impulsando al misionero a irse de su tierra, a un pueblo donde no conoce la cultura, no habla el idioma, no comen la comida que el misionero acostumbra. Esta decisión de seguir y obedecer a Cristo es profunda y seria. Esto provocará en el misionero un desgaste emocional, espiritual, físico que puede ser peligroso si no le damos la atención pastoral que necesita, él y su familia.” (p.1 Instituto Alma) Cristo dijo: “Os envío como ovejas en medio de lobos”. Entonces el pastoreo de los misioneros no es un nuevo invento, sino que nace con la responsabilidad misionera que la Iglesia de Cristo tiene. El aconsejamiento cristiano para los misioneros. Un adecuado cuidado para el misionero, provisto por la Iglesia, incluye aspectos como la provisión para sus necesidades especiales, espirituales, personales, familiares y ministeriales. La guía y tutoría del desarrollo de su ministerio. La comunicación, amistad y compañerismo. La visitación y cuidado especial en tiempo de crisis de su vida. La motivación y afirmación en su llamado misionero y respaldo continuo en oración. Más específicamente el aconsejamiento cristiano misionero en el contexto transcultural persigue ayudarlo a manejar adecuadamente realidades de su vida diaria tales como: •Vida espiritual. Su relación personal con Dios, su vida devocional y la de su familia, luchas espirituales, tentaciones sutiles que le estén llegando por la naturaleza de su trabajo misionero. •Apoyo en el aspecto cultural. El misionero está aprendiendo un idioma. Está encarnando una cultura nueva a su vida, el choque de cosmovisión. Todo esto arrojará una crisis a su vida, donde necesitará apoyo. •En las relaciones humanas. Relación con colegas, nacimiento de niños, disciplina de los hijos y conflictos matrimoniales. •Físico. Respecto a la salud. Hay factores nuevos como la adaptación al clima, la comida que pueden traer trastornos en la salud. •Psicológicos. La estabilidad emocional, la autoestima y manejo de sus emociones. •Ocupacional. Desafió y manejo adecuado de las presiones del trabajo, administración de su tiempo, metas y objetivos. •Crisis. Tiempos especiales donde el obrero necesitará atención especial, personal e inmediata. Así que las necesidades de la realidad del cuidado pastoral del misionero que pueden requerir aconsejamiento quedan también reflejadas dentro de sus etapas de preparación, salida y trabajo en el campo y desde luego en el retorno temporal o forzado. También se puede observar que es una realidad que entre las principales causas por las cuales los misioneros regresan antes de tiempo, se encuentran la falta de apoyo financiero, llamado y compromiso inadecuado, desacuerdo con la iglesia o las estructuras de apoyo para el envío, problemas de salud, cambios de trabajo, nuevos hijos, preocupaciones personales, vida espiritual inmadura, entre otras. Todas ellas son realidades y oportunidades que requieren del aconsejamiento cristiano que la Iglesia de Cristo deberá brindar. Agrega Loss que hay muchos factores que afectan la vida y el fruto de un misionero pero que lo fundamental es su relación con el Señor, su humildad, su fe y su comprensión de lo que es y debe ser la vida cristiana. Pero también muchos misioneros convencidos de su llamamiento, se han retirado de las misiones por causa de aquella iglesia que prometió apoyarle, pero que luego se olvidó de ellos. Los misioneros, lejos de su país, familia e iglesia y olvidados por su iglesia, se llenan de dolor al pensar que no hay nadie que se interese por sus necesidades; y en consecuencia se sienten abandonados y frustrados. (p.1) El llamado es para el liderazgo y los pastores de la Iglesia. Si los misioneros salieron de nuestras comunidades locales: ¿En qué medida y de qué manera los estamos apoyando? ¿Hemos reconocido que ellos como personas y familias urgen del aconsejamiento cristiano? II. ORIGEN DEL PROBLEMA Señala Loss que también hay otros factores que pueden determinar los logros del obrero: su experiencia previa en la batalla, el apoyo de un equipo de otros hermanos, la dificultad de la tarea que enfrenta, el resultado visible de su obra, y su adaptabilidad a cambios fuertes en su vida. Pero enfatiza que el factor más relevante, el que más puede producir desquilibro y tensión, es el ajuste a la vida en un contexto transcultural, es el que siempre se acompaña por el estrés de muchos cambios de vida y por la tensión de las expectativas muy altas del papel misionero. (p1) ¿Qué es estrés? Según el Diccionario Aurelio, estrés es un conjunto de reacciones del organismo a situaciones de orden físico, psíquico, infecciones y otras. Cada persona responderá de una manera, dependiendo de su personalidad, historia familiar, preparación, creencia y valores. Los efectos serán percibidos en el área emocional, social, física y espiritual. El misionero tiene que enfrentar una serie de circunstancias que lo llevan al estrés, así como también, a caer en inseguridad e incapacidad de controlar su propia vida. Esto le traerá sentimientos tales como; ansiedad, falta de coraje, auto-estima baja, ira, confusión, depresión., trayendo como resultado gasto de energía solamente para sobrevivir. (Tortes, p.2) Pero además agrega Loss que el estrés es “una situación o una circunstancia que produce ansiedad en el individuo…”, y que aunque se usan indistintamente ambos términos: estrés y ansiedad son diferentes. El estrés es como la presión externa ejercida sobre los misioneros por parte de las expectativas de la iglesia, la familia, los empleadores, amigos, sociedad, religión. Y ansiedad es la tensión interna que resulta del intento de mantenerse a la altura de esas presiones externas. (Loss, p. 22) El estrés es un elemento inevitable de la vida que puede ser bueno o malo cuando se da en forma moderada en nuestra existencia, que nos obliga a ser creativos y a trabajar con eficiencia. Pero que cuando se experimenta el estrés excesivamente nos hace comenzar un proceso de degeneración emocional, psicológico y físico. Así que un exceso de estrés continuado produce conductas anormales en la persona y cada persona tiene un nivel de tolerancia para ese estrés y cuando se excede este nivel seguidamente, el resultado es un mal funcionamiento psicológico y emocional. Estrés debido a cambios en la vida común. Durante el aconsejamiento cristiano se debe comprender y tomar en cuenta que los misioneros experimentan luchas espirituales, emocionales, psicológicas y físicas como resultado del estrés y que lastensiones producidas por el cambio transcultural de vida ocurren especialmente durante su primer año. Esto se debe a cambios de vocación, mudanza internacional, cambios de idioma, situación financiera, comidas, trámites legales, contactos familiares, recreo, etc., etc., (Loss, p1) Estrés debido a diferencias de cultura. Las primeras experiencias en la nueva cultura son fascinantes en cuanto a las vistas y olores pero gradualmente, esta fascinación da lugar a la falta de satisfacción por los inconvenientes causados por la nueva cultura, y finalmente termina en una de cuatro respuestas: 1) Rechazo total de la nueva cultura, 2) rechazo total de la antigua cultura, 3) coexistencia forzada, o 4) saludable integración de ambas. Solamente en la última las irregularidades de la conducta se minimizan y es posible una adaptación saludable. El ajuste del propio estilo de vida y de los patrones de pensamiento para insertarse en una nueva cultura es una experiencia muy tensionante. Es un proceso en el que la persona se hace vulnerable a la desorientación y al daño procedente de muchas tormentas emocionales. El resultante nivel reducido de logros redunda en sentimientos de culpa y en la consecuente pérdida de la autoestima, y si no se resuelve, arroja como resultado conductas mal adaptadas. La vida en una situación transcultural impone un intenso estrés al ser psicológico del individuo. El grado de estrés varía de acuerdo al grado de diferencia cultura entre las culturas materna y extraña. La situación transcultural supone una tensión física y psíquica muy alta, y esta tensión produce la fatiga, enfermedades frecuentes e inestabilidad emocional, lo cual resulta en una disminución de la efectividad del obrero. (Loss, p.1) Estrés debido a la alta expectativa en la función del Misionero El estrés adicional en la función del misionero es provocado por, una discrepancia entre el desempeño esperado y el real. "Esto conduce a una culpa falsa y a la baja autoestima. El alto nivel de desempeño esperado, proviene de una imagen errónea del misionero, que se basa en principios no bíblicos. Es muy importante que los nuevos obreros que van a otras culturas tengan un patrón realista hacia el cual apuntar, y un adecuado conocimiento de sus limitaciones como seres humanos en un medio ambiente extraño. Generalmente en la vida, en el sujeto bien adaptado, las propias expectativas superan levemente los resultados. Esto es normal, y lleva al hombre a un elevado nivel de logros. Sin embargo, en el rol del nuevo misionero, las expectativas superan rápidamente el desempeño. En realidad, a causa del estrés de cambios de vida y lo cultural, los resultados se ven drásticamente disminuidos. No se puede producir a un mismo nivel en una situación extraña. Aquí está entonces el verdadero problema; existe una gran discrepancia entre lo que uno espera de sí mismo (y lo que esperan otros) Y lo que uno puede realmente lograr. Esto provoca un tremendo conflicto interno. Sí esta brecha se ensancha, la mente comienza a usar mecanismos de defensa para proteger su sentido de valor. A causa de la significativa disminución de los logros, los obreros tienden a sentirse culpables por no estar a la altura de las expectativas. El sujeto se aleja cada vez más de la realidad, generalmente negando su falta de resultados. A continuación comienza a culpar de ello a otros o a sus circunstancias. Redobla sus esfuerzos por lograr éxito sólo para descubrir que está físicamente exhausto. Tal vez desarrolle alguna enfermedad física, y esto le provee la necesaria excusa para su falta de resultados. La enfermedad puede continuar indefinidamente como mecanismo de defensa contra las imposibles demandas de la imagen del misionero. (Loss, p.2) III. EFECTOS DEL PROBLEMA Del Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2) resume los siguientes indicadores personales del estrés INDICADORES DE SALUD Fatiga y agotamiento crónico. Resfriados frecuentes y prolongados Dolores de cabeza (tensiones o migrañas) Dolores de espalda, fatiga muscular Disturbios en el sueños (insomnio, pesadillas, dormir excesivamente) Desordenes gastrointestinales Ulceras Hipertensión Problemas del corazón Síntomas virales indeterminados Dolor muscular o de huesos Bajar o subir de peso rápidamente Resurgimiento de problemas médicos pasados Aumento de tensión premenstrual Lesiones causadas por comportamiento riesgoso Sudar y orinar excesivamente. INDICADORES DE COMPORTAMIENTO Comportamiento nervioso. Cambios de humor y comportamiento extremosos. Aumento en el consumo de cafeína, tabaco, alcohol, drogas. Comportamiento de alto riesgo. Incremento de propensión al comportamiento violento y agresivo. Hiperactividad. Cambio y/o disfunción del comportamiento sexual. No participar de las actividades. Comer de más o no comer lo suficiente. INDICADORES DE AJUSTE EMOCIONAL Distanciamiento emocional. Paranoia. Depresión, tristeza, desanimo. Estallar en resentimiento. Disminución en el control emocional. Mártir. Temor de “volverse loco”. Aumento de soñar despierto o fantasear. Un sentido constante de estar “atrapado”. Temores indefinidos. Incapacidad para concentrarse. Regresión. INDICADORES DE RELACIONES Aislarse o vincularse demasiado con otros. Actitud general de crítica. Irratibilidad, impaciencia, odio. Rebelión contra la autoridad. Comportamiento inmoral. Aumento de conflictos interpersonales. Aumento de conflictos maritales o conflicto con los niños. Regresión de comportamiento usual. Desconfianza de amigos y familiares. Incapacidad para tomar decisiones. Olvidarse de citas, fechas, plazos. INDICADORES DE ACTITUD • Condenación a sí mismo. • Sentido de incapacidad total. • Periodos frecuentes de melancolía. • Aburrimiento. • Mal sentido del humor. • Sentido trágico de la vida. • Actitud de "santurrón". • Altamente critico de organizaciones y/o compañeros. • Demostraciones de desesperación. • Expresiones de culpa falsa. INDICADORES DE ESPIRITUALIDAD / VALORES • Perdida de fe. • Crisis espiritual. • Cambios repentinos y radicales en los valores y creencias propios. • Perdida de esperanza e ilusión. • Culpar a Dios. • Espiritualizar problemas que tal vez son físicos, emocionales, etc. • Apartarse de la comunidad de fe o ser critico de ella. • Moverse hacia una actitud legalista, de rigidez, de crítica. • Rechazar la responsabilidad. IV. ¿COMO ACONSEJAR ESTE TIPO DE CASO? Pedir la ayuda de Dios: “Dichosos los que lloran porque ellos serían consolados. Mateo 5:4” Williams nos facilita algunas herramientas espirituales tomada a la vida de Job para manejar la angustia (p.76) 1. Adoró y glorifico a Dios. Cayó al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo “¡Bendito sea el nombre del Señor! “ Job 1:20-21 2. Aceptó la palabra y problemas de parte de Dios. “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado, el Señor ha quitado” Job 1:21 “Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabemos también recibir lo malo?” Job 2:10 3. Le expresó su estupefacción y sentimientos de desesperanza a Dios. “Recuerda, Oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad… Por lo que a mi toca, guardaré silencio, la angustia de mi alma me lleva a hablar, la amargura en que vivo me obliga a protestar…Tengo en poco mi vida; no quiero vivir para siempre. ¿ Déjame en paz, que mi vida no tiene sentido!” Job 7:7-21. Lee el pasaje entero para un entendimiento mayor. 4. Cuestionó a Dios y derramó todos sus sentimientos delante de Dios. “Ya estoy harto de esta vida! Por eso doy rienda suelta a mi quejar…desahogo la amargura de mi vida…Tu me hiciste con tus propias manos, tu me diste forma. ¡Vas ahora a devolverme al polvo”…pasaje entero. También Job 12:21-25 y 14:1-22. 5. Habló con Dios de su bondad hacia El. “Mediste vida, me favoreciste con tu amor, y tus cuidados me han infundido aliento.” Job 10:12 6. Reconoció los hechos poderosos de Dios. Job 12:14-25 7. Recordó los atributos de Dios, incluyendo su… • Justicia (9:1) • Grandeza (9:4-10) • Sabiduría (9:4; 12:13) • Poder (9:4-10; 12:13) • Bondad y Providencia (10:12) • Entendimiento (12:13) • Fuerza y victoria (12:16) 8. Puso su esperanza en Dios, “pase lo que pase.” “Aunque El me mate, seguiré esperando en El.” Job 13:15 9. Oró por los que le maltrataron durante su angustia. Job 42; 8-10 El desahogo en el campo misionero. De la exitosa experiencia de entrenamiento de Wycliffe y SIL, realizada entre grupos, de manera individual, con individuos bajo supervisión o entre buenos amigos, Gadner y otros, presentan una excelente sugerencia para el aconsejamiento cristiano misionero por medio del desahogo que disminuye la tensión estresante de la vida misionera. “Todos hemos visto o tal vez experimentado los resultados negativos al no desahogarse, dando como resultado, un sentimiento de no ser importante, de que nadie se interesa por nosotros y además desánimo al no obtener el punto de vista desde otra perspectiva.” (Gadner, p4) Desahogarse es una experiencia bíblica: Pablo y la iglesia de Antioquia la practicaron (Hechos 14:27) Pedro (Hechos 11:4) Tísico (de Pablo, Efectos 6:21) y Timoteo (de Pablo, I Tesalonicenses 3:1-6) y otros. Al desahogarse el misionero aconsejado describe el contexto completo de sus experiencias y sentimientos, procesando verbalmente eventos y sentimientos subjetivos pasados, a diferencia de solo elaborar por escrito un frío informe de hechos y detalles objetivos Desahogarse incluye hechos y respuestas emocionales e invita a la retroalimentación entre diferentes puntos de vista. Algunos elementos necesarios para desahogarse incluyen la relación, responsabilidad, amor, respeto, interés, confianza y tiempo. Es mejor si no hay prisa. Beneficios del Desahogo - Promueve procesar eventos y sentimientos. - Informa a las personas interesadas. - Permite la evaluación y retroalimentación de otros. - Termina con la soledad. - Promueve la cohesión, la conexión y el espíritu de equipo. - Responsabilidad. - Facilita los cambios. - Provee la oportunidad de crecer a través de compartir y ser escuchado. - Estimula la renovación de compromisos. - Trae gozo y gloria a Dios a través de compartir victorias. - Comunica un mensaje fuerte de amor, respeto, y valor. - Usualmente es una experiencia de aprendizaje también para los que escuchan. Pasos para realizar el desahogo en el aconsejamiento cristiano misionero 1. Tome la iniciativa. El compartir es un arte. Si invitamos a otros a venir y a desahogarse con nosotros, tenemos que hacerles saber lo que esto significa y que tenemos tiempo para escucharlos. Ellos se sentirán extraños al principio, pero con el tiempo estarán agradecidos. 2. Sea intencional. Poca gente pedirá que sea escuchada. Nosotros debemos no solamente pedir que se nos escuche sino ofrecer apoyo a otros. Obviamente, esto significa que debemos ser buenos oidores, buenos observadores, ir a juntas donde se comparte y se ora para saber que está pasando en la vida de la gente. 3. Este disponible. El desahogarse no puede suceder en un receso; necesita tener tiempo planeado y suficiente. Debemos comunicarle a la gente que no estamos ocupados y que podemos pasar tiempo con ellos. 4. Conozca el significado de desahogarse. No es oír tu historia para que entonces usted me escuche. No es escuchar ilustraciones que se puedan usar más adelante, no es escuchar para dar un consejo, animar, corregir, evaluar. Su propósito principal es permitir al que comparte que se escuche a sí mismo, procesar lo que ha pasado en presencia de gente que se interesa por el otro, debe hacerse en un lugar seguro. 5. Esté consciente del costo y dividendos. Esto toma tiempo, iniciativa, expectativa e interés. Puede ser muy agotador darnos de lleno a alguien por una o dos horas. Pero podemos llegar a aprender a hacerlo y así se obtienen altos dividendos. 6. Desahóguese lo más pronto posible después del evento. El hecho se recordará por un tiempo, pero los sentimientos se olvidan o varían más rápidamente y estos son los que de manera especial necesitan ser procesados. Habilidades efectivas del aconsejamiento en el proceso del deshago. 1. Construya confianza. Construir una reputación de ser muy escrupuloso con el compromiso de confidencialidad, integridad y confianza. 2. Sea objetivo y no defensivo, aun cuando la experiencia compartida sea negativa. 3. Siéntase bien con los conflictos, sentimientos negativos, dolor, lágrimas y silencio. 4. Provoque apertura y vulnerabilidad a través de modelar y dar respuestas apropiadas. 5. Esté alerta a claves verbales y no verbales e interprételas con cuidado. 6. Ayude a la persona a entender, interpretar objetivamente e integrarlo a la experiencia. Esto provee la oportunidad de máximo crecimiento y la resolución de sentimientos negativos, si fuere necesario. 7. Identifique qué es importante, qué es superficial y sepa qué hacer con ambas cosas. 8. Hable sobre sentimientos, actitudes y otras reacciones. Esto se logra no solo con preguntas directas, sino sabiendo utilizar el silencio, compartir experiencias sobre uno mismo, comentarios apropiados, empatía y/o confrontación. 9. Sensible y apropiadamente utilice principios bíblicos en este proceso. Ayúdele para que aprenda y aplique la verdad bíblica práctica. 10. Comparta al Señor de manera apropiada. Esto se puede hacer a través de la oración, preguntando que esta haciendo el Señor en y a través de la persona, etc. Plan general para compartir experiencias no traumáticas en momentos donde no hay crisis. 1. Procedimiento (hechos). Da la oportunidad de compartir a dónde fueron, qué hicieron y dijeron, resultados, sorpresas, dificultades, etc. 2. Proceso (sentimientos). Provee una atmósfera segura y una relación en la cual se sientan invitados y animados a compartir sentimientos. Todos los sentimientos son bienvenidos: del más alegre al más doloroso, del más alentador al más desalentador. No es valido juzgar los sentimientos en este momento. 3. Perspectiva. Provea ayuda para ver la experiencia más objetivamente, evaluar qué fue bueno y qué debería seguir practicándose; qué no fue tan bueno y qué tal vez necesite un cambio; qué hizo falta y qué se debería agregar. Ayudar a seguir adelante de una manera mejor y con mayor preparación. 4. Oración. Hacerles saber de manera activa que Dios está involucrado y en control de sus vidas. 5. Planear. En ocasiones es necesario hablar sobre lo que se hará en el futuro. No es tiempo para terminar con proyectos, pero sí para pensar sobre lo que Dios tiene para ellos en un futuro inmediato y a más largo plazo. El desahogarse en tiempo de crisis. Estos casos de desahogo traumático son más técnicos. Se recomienda referirlos a los profesionales con entrenamiento especializado. “Desahogarse después de un evento de crisis debería ser obligatorio. Critical Incident Stress Debriefing define desahogarse en esas circunstancias como: “Un grupo de discusión empleando intervención en crisis y un proceso educativo dirigido a disminuir o resolver el estrés psicológico asociado con un incidente o evento traumático” (p. 60)” (Williams, p.4) V. COMO PREVENIR EL PROBLEMA Dice Bustamante (p3) que como parte del cuidado al misionero es necesario proveerle de constante entrenamiento y capacitación, para lo cual es necesario entre varias cosas: prepararlos para enfrentar el choque cultural y saber cómo disminuir el estrés. Se agrega al comentario Tortes, quien dice que todas las personas tienen retos y presiones que les genera estrés, el cual es una respuesta protectora dada por Dios para cualquier situación que requiera de ajuste. (Donovan 1992 citado por Tortes, p.2) Para Tortes la conciencia de la importancia de estos factores en la vida misionera trae mucho beneficio a los propios misioneros, pues pueden entender por lo que están pasando y al mismo tiempo, sus líderes pueden tomar actitudes en el sentido de prevenir un mayor estrés. Una de las mejores formas de prevenir el estrés es la orientación. Tener conciencia de lo que vamos a vivir más adelante nos ayuda a crear condiciones para enfrentar las situaciones. (p2) Carr recomendó en su exposición sobre el “Estrés entre Misioneros” que ellos deberán ser educados en relación a las respuestas normales al estrés y a la crisis, para que así puedan reconocer sus propios síntomas y puedan auto referirse cuando sea necesario. Y que de sus consejeros pastorales o administradores deberán escuchar que es seguro revelar sus dificultades emocionales y que recibirán una respuesta confidencial y compasiva, y no una punitiva o de sentencia. (p.51) Miersma (1991) citado por Carr dice que “si deseamos reducir el impacto del estrés de la perdida de la inocencia y del idealismo de los misioneros, se necesita hacer mucha mas por los misioneros tanto en los niveles de la experiencia en el pre-campo, como en la del campo mismo“, al respecto Carr agrega que “si los administradores de misioneros estuvieran mejor capacitados con la habilidad de reconocer y de referir, esto en última instancia les favorecería disminuyendo el estrés.” (p.51) Todos los autores citados recomiendan que la mejor manera de prevenir sea capacitando tanto al que aconseja como al aconsejado, para que ambos puedan reconocer los síntomas de las situaciones del estrés. De igual manera Loss (p.1) ser refiere en forma mas concreta a “cómo se pueden encarar esos problemas” y dice que hay formas de reducir el estrés y de reducir las consecuencias negativas de la vida en circunstancias transculturales y que el paso más importante es tener conciencia de las mismas y enfrentarlas honestamente, reconociendo que se trata de algo normal. Así que para encarar preventivamente el estrés provocado por el entorno transcultural según Loss, el misionero debe: • Reconocer que la obra acabada de Cristo lo ha hecho eternamente aceptable para Dios. • Tener siempre a la vista su propósito y sus objetivos. • Eliminar la mayor cantidad posible de presiones externas por lograr un desempeño idealista. • Tener una valoración realista de sus capacidades. • Ayudar a otros incluidos los líderes y los que apoyan la obra misionera, a lograr lo mismo. • Se pueden dar otros pasos de "sentido común" para minimizar el estrés. Se debería procurar no tener hijos dentro de un período de un año antes hasta dos años después de la fecha de ingreso en la situación transcultural. Esto evitará que se agregue el estrés del nacimiento al de la adaptación cultural. Si no es posible, entonces deberán hacerse otros esfuerzos para compensar este acontecimiento adicional que produce mucho estrés. • Como el nacimiento de los niños, también sería prudente evitar un casamiento durante el mismo período. • Se debe arreglar lo antes posible un alojamiento permanente adecuado, para asegurar rápidamente algo parecido a la estabilidad. Esto ayudará a la esposa, especialmente a establecerse y le evitará una innecesaria incertidumbre mientras espera que suda una vivienda adecuada. • Toda organización misionera debería tener alguien que sea responsable del bienestar de los obreros nuevos. Que los escuche y que comprenda las luchas de los nuevos misioneros. • Es prudente que el nuevo obrero tenga algo de experiencia en el ministerio que tiene asignado antes de intentarlo en la nueva cultura. Los maestros de escuela deberían haber enseñado por lo menos un año en su propio país, preferiblemente más. Los que aspiran a ser fundadores de iglesias deberían ser aprendices en algún ministerio de apertura de iglesias en su país de origen. El campo misionero no es el lugar preferido de aprender como hacer el ministerio. Estos son algunos de los pasos que se pueden dar para mantener el estrés al mínimo al menos durante el primer año de campo misional. El reducir el estrés y reducir las consecuencias negativas de la vida en circunstancias transculturales, según el mismo Loss, requiere de dar un paso muy importante: tener conciencia de las mismas y enfrentarlas honestamente, reconociendo que se trata de algo normal que experimenta toda la gente, espiritualmente débil o no. VI. CONCLUSIONES El aconsejamiento cristiano para el misionero esta fundamentado en la palabra de Dios por lo tanto es Bíblico. La situación transcultural supone una tensión física y síquica muy alta, y esta tensión produce síntomas como la fatiga, enfermedades frecuentes e inestabilidad emocional, lo cual resulta en una disminución de la efectividad del misionero en el campo. El estrés no es ni bueno ni es malo pero nos exige a ser eficientes y creativos. Pero si se experimenta excesivamente puede iniciar un proceso de degeneración emocional, sicológica, f᠑sica e incluso espiritual. Esto se ha sido comprobado por muchas investigaciones, especialmente relacionados con los cambios de vida transcultural. La mejor manera de prevenir el problema del estrés es capacitando y orientando sobre sus causas, sus consecuencias pero también se puede reducir con actitudes y actividades adecuadas de parte de los misioneros aconsejados. Una amplia comprensión del consejero cristiano al aconsejar sobre esta temática, va a contribuir enormemente a proporcionarle una adecuada consejería al misionero y por ende la Iglesia de Cristo estará cumpliendo con la comisión de establecer Su Reino donde no lo conocen. Amen. VII. ANEXOS Choque Transcultural. La vida misionera en un contexto cultural diferente. Mario Loss encontró en su investigación que el 73% de los misioneros con 10 o menos años de experiencia en el campo (N=113) denotaron problemas de autodeterminación como resultado de baja ausencia en contextualización y encarnación. (Loss, p15) El argumento es una baja autoestima y síntomas de estrés asociados con la situación cultural, están estrechamente relacionados con el abandono de los misioneros y en una eficiencia limitada. Basados en la experiencia en el campo y la investigación, Loss estima que 1 de cada 4 misioneros se desenvuelven en niveles satisfactorios equivalentes a sus propias culturas, 2 de los 3 restantes cojean reduciendo la eficiencia, mientras que el 4 deja por completo el campo. Mientras estas estadísticas negativas podrían ser exageradas, cualquier elemento verídico es un problema serio para las empresas misioneras. Una herramienta práctica que el consejero cristiano puede usar para medir el estrés de su aconsejado puede ser consultada y ubicada en el libro de Mario Loss. “Choque Transcultural COMIBAN Internacional.” 1ra. Edición Editorial horizontes, 1996. Consultar ahí: TABLAS 1, paginas 32 y 33 y Capitulo 5, Nivel total de estrés, páginas 87 y 88 VIII. BIBLIOGRAFIA D. Taylor, Guillermo. Demasiado valioso para que se pierda. Alianza Evangélica Mundial (WEF), Estados Unidos de América, 1997. Loss, Mario. Choque Transcultural COMIBAN Internacional. 1ra. Edición Editorial horizontes, 1996 Greenway, Roger S. Vayan y hagan discípulos, IINDEF, San José, Costa Rica. 2002 Williams, Ken Como manejar bien el proceso de duelo, El Cuidado Integral, Compendio II Asamblea COMIBAN, El Salvador, 2003. Cuidado del misionero transcultural, Gloria Bustamante Zamora, 2003 (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/CMT.htm) Cuidado integral del misionero, Marcia Tostes, Misión Antioquia, Brasil (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/CIM.htm) Desahogo en el campo misionero, Laura Mae Gardner, Howie Bowman, Ken Williams, 1995 (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/DCM.htm) El Cuidado Integral del Misionero, por Mario Loss (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/ECIM.htm) El Alto Estrés y sus Consecuencias en los Misioneros, Nota extractada por Mario Loss (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/AEYCM.htm) Indicadores Personales del Estrés, Instituto Misionero de la Salud, Glenn C. Taylor, 1991 (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/IPE.htm) Trauma Y Desorden de Estrés Post-traumático Entre Misioneros, Cómo Reconocerlo, Prevenirlo y Tratarlo, Dra. Karen Carr (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/TDE.htm) Lección No. 11 Pastoreando a los candidatos y a los misioneros. (www.intitutoalma,org/corazon y vida/mis-L11.htm)

Mario Loss .Cuidado Integral del Misionero.

o un tonto pagaría un tesoro por baEl Cuidado Integral del Misionero Por Mario Loss Definición del Cuidado integral del Misionero – Es proveer lo que el misionero necesita para llevar buen fruto, y crecer como persona en la obra del Señor. Ese cuidado se lo puede comparar con lo que una planta necesita para crecer y producir fruto; abono, agua, luz, poda, y protección de insectos o enfermedades. Cuidar del obrero significa asegurar que no le faltan los elementos necesarios para lograr el fin de glorificar a Dios. Vale decir que muchas veces lo que nosotros los humanos creemos necesarios para ese fin no coincide con lo que Dios cree importante. La responsabilidad suprema del cuidado de los obreros de Dios descansa plenamente en Sus manos porque es Él quien los envía, y es Él quien tiene el poder para sostenerlos. Aunque la iglesia le envíe, y una agencia le administre, el obrero tiene que funcionar sabiendo que su último jefe es el Señor de la Mies. Ni la iglesia ni la agencia pueden siempre acompañarle en la cárcel, o darle consuelo en la enfermedad, o levantar el ánimo cuando está cerca de la derrota. Tarde o temprano, los humanos le van a fallar, y se quedará sólo con el Dios de todo Consuelo (II Cor. 1:3). Sin embargo, Dios delega mucha de la administración de su obra a sus siervos humanos y falibles. A Pedro y los apóstoles, les dio autoridad para atar y desatar (Mat. 16:19). A los discípulos de todos los siglos, les dio la responsabilidad de discipular a los pueblos de la tierra (Mat. 28:19-20). A su iglesia, le dio el ministerio de la reconciliación (II Cor. 5:18). Cuando Cristo envió a los doce y luego a los setenta y dos, los envió sin bolsa, ni bastón, ni dinero ni ropa de repuesto (Lucas 9:2, 10:4). Les dio autoridad sobre los espíritus impuros y para sanar enfermedades, pero no organizó una gran estructura de cuidado para ellos. Mas bien, les dijo que les enviaba como corderos en medio de lobos (Lucas 10:3). En la tarea histórica de alcanzar a las naciones, la responsabilidad para el cuidado integral del misionero ha sido compartida entre tres entidades: 1) el misionero, 2) la agencia misionera, y 3) la(s) iglesia(s) enviadora(s). Cada miembro de esta alianza tiene un rol importante y diferente por cumplir. Aunque en la historia han habido muchas excepciones a este arreglo, (notablemente el apóstol Pablo y su equipo, los Moravos, Guillermo Carey, Adonirum Judson, etc.) la gran parte de los logros misioneros se han hecho con la participación activa de los tres socios. Solo cuando no ha existido una de las tres partes, se ha tenido que avanzar con lo que había. Es mi experiencia que en la obra transcultural nunca se encuentra una situación ideal. Con pocas excepciones, el obrero, o la agencia, o la iglesia tienen que seguir adelante a pesar de no tener todas las cosas que crean convenientes o aun necesarias. Digo eso para advertir que, aunque busquemos un cuidado integral del misionero, completo y sin falta, si no lo alcanzamos a la perfección, no por eso debemos dejar de enviar misioneros. Tres Categorías de Cuidado Integral del Misionero - 1. Preparación – Un obrero mal preparado es un mal obrero. La responsabilidad de la preparación para ser misionero, recae más fuerte sobre la iglesia local[1]. La iglesia local es una fábrica de discípulos de Cristo, y es aquí en donde los obreros son moldeados, fortalecidos y lanzados a la obra. Parte de la preparación incluirá estudios en escuelas especializadas y experiencias en ministerios transculturales. Una buena preparación tiene mucho que ver con una expectativa realista de la persona: ¿Qué tipo de ministerio va a hacer?; ¿Qué frutos puede esperar?; ¿Qué condiciones de vida?; ¿Va a trabajar en equipo o solo?; ¿Encontrará esposo o esposa entre los misioneros?; ¿Recibirá elogios y galardones de otros?; ¿Cuál va a ser su situación financiera?; ¿Puede enfermarse o puede esperar sanidad divina?; ¿Recibirá comunicación de su iglesia?; etc. Debe estar preparado en los siguientes aspectos: carácter espiritual, perseverancia, dependencia de Dios, de tomar iniciativa, de ver la vida con ojos realistas, de entender que sufrir con Cristo es un privilegio, conocimiento adecuado de la Biblia, experiencia en ministerio con cierto éxito, almas guiados a Cristo, saber llevarse bien con otros, etc. Cuanto menos experimentados los obreros, más supervisión de cerca necesitan. Pablo y Bernabé podían trabajar sin supervisión, pero Juan Marcos, “no.” 2. Prevención – Mayormente, es el rol de la agencia misionera1 el cuidado y supervisión del obrero en el campo. Es preciso una buena comunicación entre el obrero y su supervisor, y con los otros obreros que trabajan en las mismas tareas. Es necesario un cuidado pastoral del misionero por medio de periódicas entrevistas e informes en el campo. Talleres, conferencias y retiros espirituales para renovar el ánimo espiritual y emocional son muy importantes. Es necesario tomarles exámenes de salud espiritual, emocional y aun física para evitar el agotamiento. Hay que trabajar para reforzar el sentido de familia o equipo, y de prevenir que diferencias pequeñas lleguen a ser conflictos grandes con heridas difíciles de solucionar. Cien gramos de prevención valen un kilo de intervención. 3. Intervención – Es en primer lugar, la responsabilidad de la agencia la intervención, pero debe ser realizada con información enviada a, o en consulta con la iglesia enviadora dependiendo del nivel de la necesidad. Cuando hay decisiones duras de tomar, la agencia y la iglesia deben de estar de acuerdo y bien unidas. De no ser así, el misionero que ya no está en su sano juicio buscará apoyo de uno contra el otro, y las dividirá. La intervención es en primer lugar una disciplina tierna para enderecer lo torcido antes de que se endurezca. Muchas veces la intervención viene muy tarde porque a pocas personas les gusta confrontar a otros, y con cada día que pasa, los seres humanos estamos menos dispuestos a recibir corrección. Cuando viene tarde, la operación tiene que ser más invasiva, y hay menos posibilidad de sanar las heridas. En el proceso de la intervención, el supervisor o supervisores deben intentar evitar el ataque a la autoestima de la persona (Efes. 6:4). Hay que corregir las acciones pero cuidar que el obrero no pierda la esperanza de superar sus defectos. Algunos motivos válidos para el despido o separación del misionero de la agencia serán: una actitud no arrepentida frente a sus fallas; de echar la culpa por todos sus problemas a otros; de haber dejado la fe Cristiana; de crear división constante entre la familia de Dios; haber caído en un pecado que arruina su testimonio frente a la gente que quiere alcanzar. Necesidades de los misioneros – Estas son necesidades de personas en cualquier parte del mundo y en cualquier labor: 1. Sentirse amado 2. Sentirse valioso 3. Sentir que su vida tiene propósito 4. Sentirse seguro/protegido 5. Sentirse parte de una comunidad – equipo, familia, matrimonio, u otro 6. Provisión de necesidades básicas: agua, comida, refugio y ropa. 7. Salud para funcionar Satanás ataca al obrero de Dios en cualquiera de estas áreas. Por ejemplo, él hace creer al misionero que Dios y la iglesia se han olvidado de él. Le hace creer que su vida no sirve para nada. Le hace sentir desprotegido, a solas, y en gran peligro físico o espiritual. Le ataca en su salud física y le pone a prueba con la falta de comida, alojamiento, ropa u otros elementos que el misionero crea indispensables. Se puede decir que es guerra espiritual con el propósito de hacernos perder nuestra confianza en Dios. Lo que pasa con el misionero es que por motivos de distancia y diferencias culturales, se complica mucho más la provisión para estas necesidades. Muchos lazos, por ejemplo con la familia, están rotos o muy lejanos y esto hace que el misionero ya no sienta el mismo apoyo que antes. Lo que la iglesia y la agencia misionera tienen que hacer es buscar la forma de proveer para estas necesidades producidas a larga distancia y en nuevas formas substitutas. El misionero necesita entender las promesas de Dios tal cual son y no tener expectativas falsas que Dios siempre nos va a sanar, liberar del sufrimiento, proveer en abundancia, y darnos la victoria inmediata (II Cor. 1:6; 4:7-11; 7:5; 12:7-10). Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. (I Cor. 4:11,12). Cuando creemos en cosas irrealistas, estamos decepcionados y desilusionados cuando no se cumplen como esperábamos. Conocer bien al Dios verdadero, entender sus caminos, y ajustar nuestras expectativas a esa realidad son muy importantes si queremos sobrevivir en el campo misionero. Es parte de la preparación del obrero, pero también parte de la prevención hacerle recordar esas verdades y promesas. Sentirse amado Por eso, creo yo que es sumamente importante para el obrero saber que Dios no le va a desheredar, sino que va a seguir siendo su Padre para siempre (Juan 10:27). Esto provee la seguridad necesaria en tiempos de prueba. “¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?...En todo esto salimos mas que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Rom. 8:35,37). Estas cosas vienen al obrero de Dios, pero no pueden vencen al amor de Cristo ni parar la obra que él quiere hacer a través nuestro. Sentirse valioso El misionero debe saber que Cristo murió para rescatarle porque para Dios, él como persona, tiene mucho valor. Dios pagó un precio de valor inestimable al enviar a su hijo a derramar su sangre para rescatar a cada uno de nosotros. Solsura, y Dios no es tonto.

Marcia Tostes,en CIM

CUIDADO INTEGRAL DEL MISIONERO ado para Jesús. (Marcia Tostes- Misión Antioquía – Brasil) “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños, porque las riquezas no duran para siempre, ¿y será la corona para perpetuas generaciones?”. Prov. 27:23-24. “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. 1 Pedro 5:2-4. Cuando pensamos en el cuidado integral del misionero, muchas preguntas vienen a nuestra mente tales como: ¿quiénes son los misioneros? ¿Por qué necesitan ser cuidados? ¿Cuáles son estos cuidados? ¿Quién cuida? Nuestro objetivo en este estudio basado en Prov. 27:23-24 es, en primer lugar, tratar de conocer a nuestras ovejas para luego hablar sobre los cuidados necesarios y dividir las responsabilidades. Vamos entonces respondiendo a estas preguntas con la esperanza de que al final tengamos mucho más que sólo respuestas y sí la certeza de estar cumpliendo nuestra parte en la gran tarea misionera. I..- ¿POR QUÉ CUIDAR? I.1. Porque es una orden de Dios. Usando el texto de Prov. 27:23-24 podemos ver dos mandatos: el primero es el de conocer bien a nuestras ovejas y el segundo el de cuidar bien a nuestros rebaños. De esta manera los que cuidamos a los misioneros debemos hacerlo por haber aceptado la responsabilidad como pastores de este rebaño en particular; siendo así, debemos conocer bien sus características y sus necesidades y cuidar de que ellas sean suplidas. El gran mandamiento y la gran comisión son inseparables. El segundo no puede ser hecho sin el primero. La obediencia al Gran Mandamiento es la motivación, el mensaje y la metodología para cumplir La Gran Comisión. “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito” Jn. 3:16. La fuerza motivadora para todo lo que es bueno es el amor de Dios por nosotros, en nosotros y a través de nosotros. El cumplimiento de la Gran Comisión no lo podemos ni imaginar, ni pensar, si el amor de Cristo no está en nosotros (2 Cor. 5:14) (Pollock 2002) El cuidado del misionero es el cumplimiento del mandamiento de amar al prójimo y la expresión natural de nuestra comunión. Esto va más allá de los cuidados básicos, no es un evento ni tampoco algo automático. Es intencional, planeado y dura por toda la vida misionera. Este esfuerzo cooperativo para apoyar a los misioneros es la evidencia de la unidad por la cual Jesús oró en Juan 17. I.2. Posición estratégica de un misionero. Si comparamos la obra misionera a una guerra o a una misión al espacio podríamos sacar buenos ejemplos. En ambos casos, algunos son escogidos para ir al frente, otros son escogidos para quedarse en la retaguardia haciendo todo tipo de esfuerzo para que aquellos que están al frente sean bien sucedidos en su misión. Mucho más deberíamos hacer en la obra misionera. Si realmente creemos al mandato del Señor de hacer discípulos en todas las naciones (Mt.28:18-20) no deberíamos medir esfuerzos para obedecer esta orden. Si queremos que los pueblos, naciones, lleguen al conocimiento pleno de Jesús; alguien tendrá que ir a predicar el evangelio. Este alguien debería ser considerado por nosotros una pieza muy importante e imprescindible que deberá ser cuidada para que pueda cumplir con éxito su misión. Esta es una posición estratégica. I.3. Retos y presiones. Todas las personas viven con estrés. En esencia, el estrés es una respuesta protectora dada por Dios para cualquier situación que requiera de ajuste. (Donovan 1992). Según el Diccionario Aurelio, estrés es un conjunto de reacciones del organismo a situaciones de orden físico, psíquico, infecciones y otras. Cada persona responderá de una manera, dependiendo de su personalidad, historia familiar, preparación, creencia y valores. Los efectos serán percibidos en el área emocional, social, física y espiritual. El misionero tiene que enfrentar una serie de circunstancias que lo llevan al estrés, así como también, a caer en inseguridad e incapacidad de controlar su propia vida. Esto le trae sentimientos tales como; ansiedad, falta de coraje, auto-estima baja, ira, confusión, depresión., trayendo como resultado gasto de energía solamente para sobrevivir. La conciencia de la importancia de estos factores en la vida misionera trae mucho beneficio a los propios misioneros, pues pueden entender por lo que están pasando y al mismo tiempo, sus líderes pueden tomar actitudes en el sentido de prevenir un mayor estrés. Una de la mejores formas de prevenir el estrés es la orientación. Tener conciencia de lo que vamos a vivir más adelante nos ayuda a crear condiciones para enfrentar las situaciones. II.- CONOCIENDO A SUS OVEJAS Siguiendo el consejo de Prov. 27:23-24 el pastor o aquel que cuida debe conocer bien el estado de sus ovejas. Trayendo esto al contexto misionero, necesitamos estar atentos de quién está respondiendo al llamado del Señor. ¿De dónde vienen estos candidatos? ¿Cuál es su historia familiar? ¿Son casados, solteros, divorciados? ¿Son introvertidos o extrovertidos? ¿Qué nacionalidad tienen? ¿Cómo están espiritualmente? Conocer a nuestras ovejas es importante, pues el cuidado debe ser apropiado para las necesidades individuales y para que en el momento clave sean suplidas. El cuidado adecuado requiere selección del lugar correcto, tiempo correcto y la persona correcta. II.1. Generación Al paso de las generaciones los misioneros en algunos puntos son los mismos. Son decididos, comprometidos, saben de la importancia de la obra que tienen que cumplir. Sin embargo, existen algunas diferencias que tenemos que tomar en consideración. Tom Sine las divide en 3 generaciones principales: Los Boosters (nacidos en 1927 y 1954) Características: - Nacieron en familias que enfrentaron y vencieron la depresión económica y derrotaron el fascismo y totalitarismo de la Segunda Guerra Mundial. - Responsables, ciudadanos equilibrados. - Entregados al trabajo arduo para proveer sustento para su familia. - Guardando los valores tradicionales, vida familiar, iglesia. - Valoran la seguridad, estabilidad, perseverancia y compromiso con metas a largo plazo. Implicaciones en misiones: - Candidatos encaminados al trabajo, preparados para colocar carrera y familia en el altar por amor del evangelio. - Pioneros, independientes, individualistas. - Trabajaron mucho a favor de las misiones, proporcionando firme fundamento para el trabajo misionero actual. - Muchos líderes en misiones pertenecen hoy a ese grupo. Los Baby Boomers (nacidos en 1946 y 1964) Características: - Rechazo a los valores tradicionales y a la abundancia material de los padres. - Consideran muy importante la realización personal. - Liberación moral, tolerancia para el aborto, homosexualismo y otras prácticas. - Idealismo en asuntos sociales. - Opción por la familia y profesión. - Falta de compromiso a largo plazo. Implicaciones en misiones: - Candidatos a misiones con expectativas irrealistas que dan mucha importancia a la preparación. - Dan prioridad al cuidado de la familia, pueden regresar del campo misionero por la educación (estudios) de los hijos. - Retan la autoridad si así lo ven conveniente. - Este periodo dio inicio a las misiones a corto plazo. Los Busters (nacidos en 1965 y 1983) Características: - Este grupo en su mayoría vienen de familias dividas, en su mayoría victimas de abusos sexuales y otros. - Abundancia material, pero privados de amor y apoyo familiar. - Sensibles al rechazo. - Son honestos y desean enfrentar los problemas, aun cuando estos sean dolorosos. Implicaciones en misiones: - Candidatos a misiones que traen consigo mucho dolor, haciéndolos vulnerables emocionalmente. - Son creativos y tienen mucho que dar, pero necesitan ser sanados. - Para este grupo es fundamental el consejo, tratamiento psicológico antes de salir al campo y ánimo en el campo. Los misioneros de hoy vienen en su mayoría de los dos últimos grupos y en poco tiempo, viene el cuarto grupo, los nacidos después de 1983. ( Ellos se llaman la Generación X e Y , y traen también implicaciones importantes en misiones ) Prestando atención a esta clasificación, las iglesias y agencias misioneras pueden brindar un cuidado más efectivo a sus candidatos y misioneros, aumentando la conciencia de la necesidad de cuidado pastoral, mejorando la comunicación entre líderes y liderados, creciendo en el trabajo en equipo. II.2. Estado civil - Solteros (1 Cor.7:32) - Casados (Ec.4:9) No podríamos hacer una lista de ventajas o desventajas de ser casado o soltero, pues sobre todo está primero la voluntad de Dios para cada uno; sin embargo, tenemos que considerar ciertos puntos importantes ya que en ambos casos se necesita un cuidado pastoral personalizado, considerando sus raíces familiares, valores, etc. II.3. Personalidad Las personas son diferentes unas de otras. Ellas difieren en sus motivos, propósitos, metas, valores, necesidades e impulsos. Son diferentes en su manera de pensar, de aprender, de entender y lógicamente en la manera de actuar y de emocionarse. Aun cuando quisiéramos que muchas de estas características sean cambiadas, lo mejor que podemos hacer es, en primer lugar, entendernos a nosotros mismos y luego verlos a ellos como personas diferentes y con la convicción de que es alguien a quien podemos aceptar e inclusive convivir con ella. II.4. Nacionalidad En este mundo globalizado en que vivimos los equipos internacionales se hacen más comunes; esto trae otro reto para los misioneros y sus líderes. ¿De dónde vienen nuestros obreros? ¿Cuáles son sus valores , costumbres, tradiciones?. Para entender mejor este punto veremos muy superficialmente el ejemplo de 3 nacionalidades: Brasileños: en su mayoría son optimistas, alegres y les gusta conversar. Esto les abre puertas para la evangelización. Alemanes: son muy organizados, planean todo, son puntuales no les gusta el atraso. Son claros en sus asuntos. En una discusión, pueden ser toscos y no diplomáticos al enfatizar la importancia de un asunto. Americanos: para ellos el individualismo es importante, les gusta la privacidad. Por ejemplo sus casas, jardines y oficinas pueden parecer abiertos; sin embargo, en su mentalidad existen límites que otras personas no deben atravesar. Creen en la igualdad, se consideran abiertos y directos en el trato con las personas. Ser honesto es más importante que preservar la armonía en las relaciones interpersonales. Valoran la eficiencia. Imaginemos entonces un equipo formado por misioneros de estos tres países: un brasileño que no planifica mucho, un alemán que considera que esto es muy importante y un americano muy claro para decir lo que piensa. ¡Alguien saldría ofendido! De allí la importancia de estar conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles en relación a nuestra nacionalidad y qué debemos hacer para adaptarnos. II.5. Vida espiritual Esta área afecta las otras, deberíamos hacernos las siguientes preguntas: - ¿Es el misionero una persona de oración? ¿Dónde busca su alimento espiritual? ¿Cómo reacciona ante la frustración? ¿Está abierto para cosas nuevas? Debemos considerar 3 puntos a tener en cuenta: - Devocional personal - Diferencias y costumbres - Dones y ministerios III.- CUIDANDO DE SUS OVEJAS El cuidado del misionero es un compromiso de recursos compartidos por iglesias, agencias misioneras y organizaciones relacionadas con misiones para el desarrollo de la fuerza misionera. Incluye un cuidado integral (físico, psicológico, espiritual) destinado a todos los que pertenecen a la misión (adultos, niños, obreros de campo y de base) por toda la vida misionera. Neal Pirolo, en su libro “La Misión de Enviar” sugiere algunas áreas de cuidado: Apoyo logístico: - Pre-campo: ayudar en asuntos personales como: cuenta bancaria, seguro, jubilación, etc, asuntos de pasajes y visa. - Campo: envío de documentos, medicamentos, material de trabajo. - Post-campo: organizar la llegada del misionero: hospedaje, transporte, consultas médicas, dentista. Si es posible una semana de paseo. Apoyo en oración: - Pre-campo: despertar a la iglesia a la intercesión, organizar grupos de oración. - Campo: mantener la intercesión, colocar los pedidos de oración en el mural, boletines, etc. Solicitar oraciones específicas. - Post-campo: promover reuniones donde el misionero pueda compartir su testimonio y pedidos de oración. Apoyo moral: - Pre-campo: ánimo en cuanto al llamado, acompañarlos al salir al campo (despedida). - Campo: recordar fechas importantes como cumpleaños, navidad, etc. - Post-campo: haga que el misionero se sienta bienvenido, prepare una reunión de bienvenida, cenas en la casa de los hermanos. Apoyo comunicación: - Pre-campo: tenga siempre listas las cartas de oración y las personas a las cuales serán enviadas. - Campo: enviar cartas, correos electrónicos, mensajes grabados, libros, regalos. Tenga siempre en mente a los hijos de los misioneros. - Post-campo: renovar las cartas de oración, material de comunicación. Apoyo financiero: - Pre-campo: definir el apoyo económico y forma de enviarlo. - Campo: enviar el apoyo económico e informes. - Post-campo: ser fieles en el apoyo económico mientras está en el campo misionero. Apoyo en caso de regreso: - Pre-campo: prepare a la iglesia. - Campo: planifique junto con el misionero el mejor momento para el regreso. - Post-campo: separe un tiempo para conversar con el misionero donde se puedan tratar los asuntos personales y ministeriales. IV.- DIVIDIENDO LAS TAREAS El cuidado del misionero no puede ser hecho por una sola parte, ya sea la iglesia o agencia misionera; esta es una tarea que exige de cooperación entre todos, incluyendo al misionero. IV.1. Función de la iglesia - Entendiendo su identidad La orden de alcanzar a las naciones con el evangelio fue dada a la iglesia (Mt. 28:18-20). Siendo así la responsabilidad de enviar al misionero es de la iglesia. Tenemos un bello ejemplo de esto en la iglesia de Antioquía, cuando Dios habló para separar a Saulo y Bernabé; oraron por ellos y los enviaron. (Hch. 13:2-3) - Responsabilidades La iglesia es la principal responsable en el cuidado del misionero, desempeñando en primer lugar, la importancia de confirmación y aceptación del llamado y apoyando en esta difícil tarea, aceptando el costo de servir al Señor de esta manera. Cuidando también a través de la oración, preparación apropiada, apoyo total, incluyendo el apoyo financiero, manteniendo la comunicación y recibiendo de vuelta al misionero. Apoyarlos en el desarrollo de su vida de iglesia, así como, en el desarrollo de sus dones, tanto en los regresos provisorios como definitivos. En estos retornos, la iglesia tiene que prepararse para proveer alojamiento, transporte y tener la oportunidad de reforzar los lazos. El pastor, principalmente, debe desempeñar su función en este momento, dando un tiempo especial para el misionero donde este podrá presentar un informe de su trabajo como de su crecimiento espiritual. Este tiempo con el pastor puede parecer insignificante, pero es de mucha importancia; ya que hay muchos misioneros resentidos por no haber tenido esta atención. IV.2. Función de la agencia misionera - Responsabilidades La agencia misionera, debido a su conocimiento en el trabajo internacional, puede ayudar a orientar en cuanto a selección, preparación y como responsable en el cuidado en el campo. - Selección El cuidado del misionero comienza con una buena selección. Tenemos que entender que esto no significa rechazo, sino dirección para un ministerio apropiado. La evaluación psicológica no puede ser considerada como un extra, los candidatos de hoy buscan esto, pues creen que se auto conocen, teniendo conciencia de sus debilidades como de sus virtudes. Además, quieren también tratar ellos mismos sus problemas pasados. Una buena consejería puede ser necesaria. - Preparación La meta de la preparación es aumentar la conciencia del misionero sobre lo que va a enfrentar, ayudándolo de esta manera a desarrollar diferentes formas de superar las dificultades y ser un vencedor. - Apoyo logístico Las agencias trabajan para la iglesia; dentro de esta idea pueden ayudar a recibir y enviar el apoyo económico, impresión y distribución de cartas de oración, contacto regular con el misionero y suplir las necesidades que puedan surgir para el bienestar y desarrollo del trabajo. Todos estos puntos quedan claros y definidos en un acuerdo de cooperación entre iglesia, agencia y misionero. - cuidado y supervisión en el campo a.- Estructura Las agencias americanas y europeas más antiguas tienen mucho que enseñarnos en el sentido de estructura de trabajo dentro de un organigrama. Se ha comprobado que es necesario que los líderes visiten el campo donde el misionero se encuentra. Esto sólo es posible si la agencia tiene representantes en estos lugares o a través de relaciones con otras agencias. b.- Visitas al campo La agencia misionera debe planear, por lo menos, una visita al año a sus misioneros en el campo. Estas visitas deben ser oficiales, estructuradas y con propósitos bien específicos, dando así al misionero la oportunidad de abrir su corazón en todas las áreas. c.- Encuentros de misioneros Estos encuentros realizados en la región donde se encuentra el misionero tienen como objetivo principal animar. Se debe incluir en el programa periodos de ministración, oración, descanso, tiempo para fortalecer las relaciones y también tiempos para conversar (líder o persona encargada de consejería). d.- Supervisión Aparte de cuidado, el misionero necesita también de supervisión. Él tiene que estar consciente de que tiene a alguien al que necesita informar. Esto puede ser hecho a través de informes como también en las visitas al campo. Esta es un área que puede traer dificultades entre iglesia y agencia, pues si partimos del punto de vista de que la iglesia es la que envía ¿por qué la agencia tiene que supervisar? En mi opinión este es un servicio que la agencia puede ofrecer a la iglesia por tener más condiciones para estar en el campo. Sin embargo, es bueno resaltar la importancia de la comunicación entre iglesia y agencia. IV.3. Función del misionero Todo individuo es responsable de cuidar su bienestar sabiamente, cuidando de su salud física, mental y espiritual, siendo consciente de sus necesidades, teniendo un compromiso de auto-disciplina para desarrollar su trabajo y pedir ayuda si fuera necesario. Además de esto, tener una buena relación con la familia y amigos es importante para nuestra salud y productividad. Como sabemos, tener buenas relaciones no es algo de la casualidad y en algunas situaciones, es bien complicado. Sin embargo, esto requiere esfuerzo y voluntad. Nuestros misioneros necesitan ser animados a hacer y mantener amistades próximas, que estén a su lado, tanto en el país de origen como en el campo. Los amigos forman parte esencial de la red de cuidado, de esta manera tenemos también un cuidado informal que hace mucha diferencia. En otras palabras, en primer lugar; los más interesados en nosotros, somos nosotros mismos. Y en segundo, en la hora de dificultad o necesidad los que están más próximos son los que tendrán una mejor oportunidad de auxiliarnos. Los amigos misioneros son una fuente importante de cuidado, pues ellos comprenden las necesidades mutuas de una manera que muy pocos lo pueden hacer. - Responsabilidades El misionero necesita ser motivador y saber trabajar en equipo. Necesita saber cuáles son sus responsabilidades y la de los otros dentro de un compañerismo iglesia –agencia-misionero y trabajar bajo autoridad tanto en la patria como en el campo. Es su responsabilidad mantener informada a la iglesia y a la agencia de su trabajo en el campo, enviando cartas de oración, mandando informes. En al área personal, él es responsable de sí mismo, siendo consciente en planear su trabajo y descanso, crecimiento espiritual, cuidar de la salud, mantener vida devocional equilibrada, mantener sus relaciones familiares, amigos etc., y ser muy honesto pidiendo ayuda cuando fuere necesario. CONCLUSIÓN El cuidado integral del misionero es esencial, necesita ser hecho de una manera organizada y estructurada y requiere esfuerzo de las iglesias, agencias y de los propios misioneros. Para que suceda de esta forma, la iglesia necesita entender y aceptar cada vez más su responsabilidad misionera. La agencia tiene que respetar esta función y el misionero necesita entender la función de ambas. Deben trabajar unidos para elaborar un programa y realizarlo de una manera bien estructurada. Nuestra meta en todo este esfuerzo es cumplir el “Id” de Jesús, enviando misioneros bien seleccionados y preparados, entendiendo sus orígenes y los retos que enfrentan para darles todo el apoyo necesario para que cumplan la tarea en términos de trabajo y de tiempo. Así veremos al mundo alcanz